No sabemos si los resorts son todos por el estilo o hay algunos mejores que otros, pero el nuestro fue una pasada.
Las comidas y los snacks no eran delicias pero estaban bastante bien, además era buffet y nos podíamos llenar tanto como quisiéramos, así que no pasamos nada de hambre. Incluso merendamos donuts caseros (lo cual agradecimos mucho).
Pero el punto fuerte del resort fueron las habitaciones. Las había privadas o compartidas y nosotros elegimos compartidas.
Al haber más de una habitación para compartir, nos iban colocando de manera que cada grupo tuviera una habitación para ellos solos. Y así fue. Ana y yo estábamos solos en la habitación, y otros grupos de jóvenes también, una entera para ellos. Y eso es de agradecer.
Además las habitaciones eran muy acogedoras, hechas con maderas oscuras y camas enormes.
La parte de las habitaciones estaba dentro de un manglar, con pasillos larguísimos de madera… Una pasada de sitio. La verdad es que el resort donde estuvimos para visitar el Kinabatangan River lo recomendamos 100%.